Hoy me siento tranquila, siento estar dentro de algo hermoso y puro, mi mente quiere entrar y recordarme los pesos que tengo en el banco y sí, no puedo negar que una parte de mí en el fondo, está esa preocupación.
Este casi mes y medio, ha sido muy bueno, ha sido transformador y profundo. Sé que hay partes de mí cambiando constantemente y eso no puedo ni evitarlo ni quiero; además siento que soy cosas tan profundas que apenas si lograría imaginarlo.
¿Quién diría que la alquimia es real? ¿Quién podría imaginar que mis sueños, mis deseos más puros se vieran hechos realidad? Es tan grandioso, mágico y único que apenas si logro ser conciente del 10% de todo lo que está sucediendo, fuera y dentro; y de todo eso, creo que hay muchas cosas que sobrepasan mi entendimiento.
Sé que hay más, pero sé que aún no estoy lista, aún no tengo suficiente control sobre la mente. Aún no tengo estos pensamientos violentos, esas ideas no productivas y hay una fuerte resistencia en mis hábitos, sobre todo en ese de levantarme temprano. Supongo que la limpieza que estoy llevando, también influye en mi sueño y querer descansar.
¿A dónde me llevará este camino? No lo sé. ¿Por qué esta vida y no la que sigue? Yo preguntaría y ¿por qué no en esta? ¿Por qué habría que esperar? Es tener la oportunidad de poder servir, de hacer más, de expandirme. No lo sé, mi cabeza no lo entiende y no sabe expresarlo en palabras, porque es del corazón; viene desde un sitio muy profundo de mi corazón.
El corazón sabe, el corazón lo pide, lo desea, lo sueña y continúa; y yo quiero seguir a mi corazón con ferviente fe, porque ese es mi deseo, que también viene del corazón.
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La fuente y la meta son la misma cosa y es importante reconocerlo. No hay nada que puedas desear que la fuente no lo haya deseado ya, y cumplido. Tú eres la experiencia presente de todo lo creado; eres la manifestación del aquí y ahora de Dios.
¿Te das cuenta del valor absoluto que tienes? ¿Del Poder enorme que de echo eres? Los humanos subestiman su fuerza, pues incluso ven al cuerpo humano como un pedazo de carne y no como ¡la magnífica creación de la fuente!
Se ha logrado perfeccionar una geometría tal, que permite al cuerpo manifestarse y ser envuelto en ondas más sutiles.
El tiempo de oro no es otra cosa que el advenimiento de la Gran Onda Cósmica del cinturón de fotones, que afecta e influye directamente en las partículas de la luz, causando que su vibración se acelere.
¿Qué es esta época predecesora? La limpieza, el hermano Saint Germain a jugado un papel crucial en el Plan Divino, pues sin la excelencia de la Llama Violeta y la Ley del Perdón y Misericordia, la llegada de la onda fotónica sería una catástrofe, y no una bendición.
Tienen y cuentan con toda la ayuda de las altas esferas y el conocimiento de los Rayos Magnos a su disposición. Tienen las herramientas para hacer el puente, tiene el conocimiento para realizarlo. Hace falta que ustedes quieran cruzarlo para que por ustedes mismo comiencen la construcción; y, sepan hermanos, que no habrá ser sobre la tierra que no vaya a ser asistido por la Luz y sus hermanos Mayores para lograr su éxito.
Querer el puente es el primer paso, construirlo es el segundo; pero no hay paso más importante que el tercero: cruzarlo. Muchos de los hermanos logran los primeros dos pasos, pero después de darse cuenta de lo que significa cruzar el puente, se retractan. ¿Qué es aquello que los detienen?
Sus miedos, el apego, el no soltar y dejar atrás. Se inventan sin fin de motivos para cruzar: la familia, la pareja, los hijos, sus logros, su experiencia; incluso, la felicidad del momento mal entendido, los hace desistir y no cruzar. Y en verdad les decimos que no hay creación alguna que pueda mantenerse si su misión no se completa.
Lo que queremos decir es que aquellos que decidieron (tú que estás leyendo estas palabras) no cruzar el puente, tuvieron un retroceso en su camino, regresando a la espiral de encarnaciones forzando la lección del desapego y sanando la idea de separación. Pues es verdad cuando les decimos que la plena conciencia de la Unión, es capaz de comprender que nadie queda atrás y nadie va por delante.
Y se permite la libertad de que cada chispa individualizada tome su propio camino a su tiempo. Cada uno retornará al paso uno, recobrará el conocimiento y se le proporcionará las herramientas para cruzar el puente; pero la voluntad para cruzar siempre vendrá de la persona en proporción a su madurez interior y evolución.
Nosotros quisiéramos decirles que no se dejen apantallar por lo exterior, pues aún logran alinearse a las Leyes Cósmicas de manifestación; mientras no renuncien a la personalidad y la alineen a su Verdad (Yo Soy), no habrá suficiente combustible en su corazón (fuerza de voluntad) para cruzar el puente y avanzar.
Hermanos pleyadianos.